Si no tomamos medidas, estos problemas empeoran. Por eso es tan importante que todos reflexionemos sobre el modo en el que vivimos en interiores. De las personas comunes a los arquitectos, las empresas y los gobiernos, todos tenemos la responsabilidad de hacer todo lo posible para garantizar que nuestros edificios tengan un ambiente saludable. Debemos empezar a construir de un modo diferente, y debemos empezar a vivir de un modo diferente.
Algunas soluciones son sencillas, otras son más complicadas y las hay que necesitan cambios profundos en la sociedad. Pero puede lograrse: debemos actuar ya, y actuar unidos.